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Gestión de pisos y apartamentos turísticos en Madrid (I). El mantenimiento de la vivienda

¿Cuál es el trabajo que conlleva el mantenimiento de un piso vacacional? ¿Merece la pena el gasto económico y humano que conlleva estas gestiones? Respondemos a estas preguntas a través del caso de Manuel.

El volumen de alojamientos turísticos en España ha crecido exponencialmente el último año a nivel general, y en Madrid a nivel particular. Ya decíamos en el post “El número de alojamientos turísticos de Madrid aumenta un 8% en 2015” que esta nueva modalidad se ha instaurado en la capital española como alternativa a hoteles, hostales, camping y demás alojamientos, sobre todo los alojamientos que provienen –o se ofertan- en plataformas de economía colaborativa como Airbnb y Homeaway, entre otras.

Sin embargo –y este tema ya lo tocamos en post anteriores- toda vivienda turística requiere de un trabajo de mantenimiento detrás que en muchas ocasiones resulta extremadamente complicada, bien por falta de tiempo o bien por vivir lejos del alojamiento ofertado. ¿En qué consiste realmente ese trabajo? ¿Y qué hace Weguest para ayudarte? Te lo explicamos con un caso que perfectamente puede ser real: el de Manuel.

Manuel tiene una vivienda en Madrid pero reside y trabaja en Bilbao. Se trata de un piso en muy buen estado que hace meses cayó en sus manos a través de una herencia familiar. Aunque agradecido por el inmueble, el apartamento tiene unos costes altos que Manuel decidió capear convirtiendo el apartamento en una vivienda turística. Está en pleno Paseo de la Castellana, una buena zona, y cuenta con una preciosa terraza y garaje. Descubrió Airbnb y decidió lanzarse a ello.

Gestión de pisos y apartamentos turísticos en Madrid. El mantenimiento de la vivienda

Pero los 400 kilómetros que separan Bilbao de Madrid hacen que el mantenimiento del piso turístico de Manuel sea complicado, o puede decirse, casi imposible. Desplazamientos casi semanales que hacen sumar gastos –gasolina y coche- al propio coste de la vivienda, sin contar la pérdida de tiempo –las cuatro horas bien largas que tarda Manuel en llegar del norte al centro de España- y el trabajo in situ que conlleva la limpieza de la casa y de la ropa de cama, el inventario y la reposición de elementos básicos para el día a día. Aunque el apartamento en Airbnb especifica claramente “sólo estancias largas”, como mínimo tiene que pasar cuatro días en Madrid, ocupándose del piso.

Y hay más. Un lunes Manuel recibió una llamada de la pareja que en ese momento disfrutaba de sus vacaciones en el apartamento turístico de Madrid, informándole que la caldera de gas que usaba para el agua caliente y la calefacción no funcionaba. Era diciembre y en Madrid anunciaban máximas de 10 grados. Era la primera vez que Manuel tenía que enfrentarse a la resolución de un problema doméstico en la vivienda vacacional de la que era responsable, y además con premura. Tuvo que ausentarse de su puesto de trabajo, buscar técnicos en Madrid, llamar a la pareja para informarles de todo y coordinar la visita de dicho técnico con los inquilinos para arreglar la caldera el mismo día. En definitiva, dos horas de gestión y coordinación, aparte de la preocupación propia que conlleva una situación similar. Manuel quería ser un buen anfitrión. Y así lo ponían en las valoraciones de Airbnb, que cada vez le traían más inquilinos al piso turístico de Madrid.

Entre la gasolina (100 euros ida y vuelta), el gasto del coche (ruedas, principalmente), el tiempo perdido, la dificultad de gestión, las preocupaciones y demás, Manuel decidió informarse sobre la externalización de la gestión del apartamento turístico de Madrid. La gestión personal de ese piso era ya insostenible.

Gestión de pisos y apartamentos turísticos en Madrid. El mantenimiento de la vivienda

Y así lo hizo. Contrató el servicio Full de Weguest y ahora solamente tiene que preocuparse de cobrar mensualmente el importe de los alquileres. El servicio le cuesta el 20% del total de cada alquiler, pero está ganando dinero: ahora puede tener alquilado el piso de Madrid continuamente. Antes debía dejar mínimo dos o tres días entre reserva y reserva para poder adecentar un poco el apartamento de cara a los siguientes inquilinos. Weguest se ocupa de la limpieza de la casa, de la ropa de cama, de velar porque el piso esté bien y hasta tiene detalles con los huéspedes: un estuche de bienvenida muy simpático con piñas dibujadas, símbolo de hospitalidad, donde guardar las llaves junto con información turística de Madrid. Y sobre todo: el contacto continuado con el inquilino y la resolución de problemas durante su estancia.

De hecho, el apartamento de Madrid tuvo una fuga de agua proveniente de la lavadora. Manuel fue informado y toda la gestión con los técnicos correspondientes recayó en Weguest. Él sólo recibió la factura.

Ahora Manuel, con el dinero que ha ahorrado, se plantea hacer una pequeña reforma en la casa y cambiar el salón. Siempre ha dicho que los muebles son un poco anticuados. Con ese cambio sabe que ganará un poco más y el piso quedará ideal en las fotografías de Airbnb. Todo gracias a la externalización de la gestión del apartamento turístico de Madrid.